El músculo es tu nuevo órgano endocrino: su rol en la longevidad y salud metabólica
- Barbara Abate
- Oct 23
- 3 min read
Hoy vengo a contarte una historia: Durante años, el músculo fue considerado solo como el tejido responsable del movimiento y la fuerza. Sin embargo, la ciencia moderna ha revelado un papel mucho más complejo y fascinante: el músculo es un órgano endocrino activo, capaz de influir en la función de órganos distantes, modular el sistema inmune, mejorar la sensibilidad a la insulina y hasta influir en el estado de ánimo y la longevidad.
¿Qué significa que el músculo sea un órgano endocrino?
Cuando hablamos de un órgano endocrino, nos referimos a tejidos que secretan sustancias llamadas hormonas o factores bioactivos que viajan a través del torrente sanguíneo para actuar en otros órganos. En el caso del músculo, estas sustancias se llaman mioquinas.Seguro te estarás preguntando, ''¿Qué son las mioquinas?''
Bueno, las mioquinas se producen y liberan durante la contracción muscular, especialmente en el ejercicio, y tienen efectos sistémicos: reducen la inflamación, mejoran el metabolismo de la glucosa y los lípidos, protegen al cerebro y al corazón, y ayudan a regular el sistema inmune.
Mioquinas clave: pequeños mensajeros con gran impacto
Te voy a mencionar solo algunas de las mioquinas más estudiadas:
IL-6 (Interleucina 6): Aunque se asocia a procesos inflamatorios, la IL-6 liberada durante el ejercicio tiene efectos antiinflamatorios, estimula la oxidación de grasa y mejora la sensibilidad a la insulina.
Irisina: Ayuda a transformar tejido adiposo blanco (el que almacena grasa) en tejido marrón, que quema energía. Además, promueve la neurogénesis, es decir, la formación de nuevas neuronas.
BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro): Aunque es más conocido por su acción en el sistema nervioso, también se produce en el músculo. Mejora la salud cognitiva y protege contra enfermedades neurodegenerativas. Me has escuchado hablar mucho de este factor.

El músculo protege tu salud metabólica
Una buena masa muscular está directamente relacionada con una mejor sensibilidad a la insulina, niveles adecuados de glucosa, menor grasa visceral y un perfil lipídico saludable. Esto convierte al músculo en un aliado esencial para prevenir y tratar enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2, obesidad, síndrome metabólico y resistencia a la insulina.
Además, el músculo actúa como un gran "sumidero" de glucosa, especialmente durante y después del ejercicio. Cuanto más músculo tienes, más eficiente es tu cuerpo en utilizar la glucosa sin depender excesivamente de la insulina, te he dicho de los receptores insulínicos musculares.
Músculo, inflamación y envejecimiento
Con el envejecimiento, perdemos masa muscular en un proceso llamado sarcopenia. Esta pérdida no solo afecta la fuerza física, sino que incrementa la inflamación crónica de bajo grado, reduce la movilidad, favorece la acumulación de grasa visceral y acelera el deterioro metabólico.
Conservar y fortalecer el músculo a lo largo de la vida es una de las mejores estrategias para envejecer con salud, energía y claridad mental. Diría una vez mas que es la mejor inversión que puedas hacer.
¿Cómo estimular el músculo como órgano endocrino?
Entrenamiento de resistencia: Levantar pesas, hacer ejercicios con el peso corporal o utilizar bandas elásticas (asi como la foto de este texto) son formas efectivas de inducir la secreción de mioquinas, recuerda que son mensajeros claves.
Entrenamiento de alta intensidad (HIIT): Mejora la función mitocondrial, estimula la secreción de irisina y optimiza la sensibilidad a la insulina.
Ejercicio aeróbico: Estimula BDNF y favorece la salud cardiovascular y cerebral.
Nutrición adecuada: El músculo necesita suficiente proteína, micronutrientes como magnesio, zinc y vitamina D, y evitar déficits energéticos extremos.
Pensar en el músculo solo como una herramienta estética es quedarse corto. Es un órgano endocrino vital, protector del metabolismo, el sistema inmune, el cerebro y el corazón. Entrenarlo no solo te hace más fuerte, sino más sano, más resiliente y más longevo.
Invertir en tu músculo es invertir en tu calidad de vida.
Referencias:
•Pedersen BK. Muscle as a secretory organ. Compr Physiol. 2013;3(3):1337-1362.
•Eckel J. Myokines in metabolic homeostasis and obesity. Exp Clin Endocrinol Diabetes. 2019;127(7):367-382.
•Boström P, et al. A PGC1-α-dependent myokine that drives brown-fat-like development of white fat and thermogenesis. Nature. 2012;481(7382):463-468.
•Handschin C, Spiegelman BM. The role of exercise and PGC1α in inflammation and chronic disease. Nature. 2008;454(7203):463-469.
•Catoire M, et al. Prolonged exercise induces changes in gene expression in skeletal muscle. Am J Physiol Endocrinol Metab. 2012;302(8):E952-E965.

Comments